AREPA MOTA XXI - Asociación para la recuperación del patrimonio de Mota del Marqués

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Elementos filtrados por fecha: Septiembre 2018

OFICIOS ANTIGUOS DE MOTA : CURTIDORES

Publicado en Blog de actividades

 CURTIDORES EN MOTA DEL MARQUÉS

Antes de comenzar la explicación de este oficio de curtidor, queremos agradecer a todos los que nos han ayudado con su información, a los que nos han permitido fotografiar los molinos que se conservan, a los que nos han hecho llegar fotos de los instrumentos que se usaban o a los que nos han dejado una piel curtida por aquel entonces aquí en la Mota… Vaya por tanto nuestro agradecimiento a la Asociación de Jubilados, que nos facilitó un trabajo acerca de los diferentes oficios que había en la Mota y que lo hemos utilizado como base fundamental; agradecimiento a particulares como Manolo Calleja, Jesús Cifuentes y Teodorina Sánchez, Jesús Díez, Casimiro Fernández y Encarna Sánchez, Gerardo Hernández, Emilio Martín y Quica Tabarés, Soco Martínez, Benjamín Rodríguez, Victorino Salgado, Maruja y Jesús Sánchez… Muchas gracias a todos.

Vamos a entrar en materia, lo primero que tenemos que saber es qué finalidad cumple la operación del CURTIDO; la fundamental es evitar las alteraciones de las pieles, para darles unas propiedades que las hacen flexibles, suaves, resistentes e inalterables al tiempo y a los agentes atmosféricos. Cuando esto se consigue, la PIEL recibe el nombre de “CUERO”.

 

        

Una piel se transforma en cuero por varios procedimientos que se resumen en 3, según los agentes químicos que intervienen: En el primero, el CURTIDO: se aplica el tanino de la casca de encina o pino para evitar que se pudran las pieles; para el segundo, el ALUMBRADO: se ponen las sales, como el alumbre y la canina, que permiten hacerlo resistente y en tercer lugar, el AGAMUZADO a base de grasas que dan al cuero flexibilidad, impidiendo que se altere.

 

   GRASAS PARA CURTIDOS I          

 

El curtido de las pieles fue desde el siglo XVI la industria familiar más importante de Mota del Marqués. Así lo constata en el siglo XVII un capellán de San Martín que ocupó parte de su tiempo en recopilar toda suerte de noticias, oficios, lugares, costumbres, en definitiva, todo lo relativo a la vida de nuestro pueblo. Este sacerdote fue Don Miguel José de Quirós y ésta es la valiosa información que nos proporciona:

 "Las primeras memorias que he hallado de Curticiones en la Mota son de los años 1554 en que parece se exercían ya. En los Autos de Residencia que en 1638 hizo Don Lucas Barba Osorio de Villagómez, Caballerizo del Señor Marqués Don Antonio de Ulloa, consta que exercían Curtijo varios que aquí omito nombrar y asciende su número a 32 y que había 30 tenerías, las 13 dentro de la población y las 17 fuera, y que nombró por veedores a Juan de Urueña el Viejo y Amaro Fernández, Curtidores, y a Pedro Esteban, Zapatero, para que visitasen las tenerías, *noques y demás pertrechos; y tomando declaración a los médicos sobre si las tenerías de dentro de la villa se debían permitir, el Licenciado Alonso Díez dijo que las de dentro sólo servían para asentar las lomas en sus noques con *Tasca (Casca) lo que no era nocivo, pero sí las pozas donde se empozan las *corambres y éstas estaban fuera y, en veinte años que llevaba de médico en la Mota no había notado en esto perjuicio alguno. El Licenciado Alonso Fernández dijo que los olores de noques y tendideros de pellejos dentro de la villa eran dañosos a la salud pública. Ambos médicos eran naturales de la Mota”.

*Noque: (del catalán ‘noc’= artesa, del latín ‘naucus’ derivado de naucula, diminutivo de ‘navis. Según otros del árabe ‘nuqa’a’ = agua en que se macera algo) Balsa en que se ponen a curtir las pieles.

*Tasca / Casca: ‘tasc-‘ raíz de origen incierto; en todas las palabras que aparece está presente la idea de golpe o chasquido. Corteza de árbol, generalmente encina, roble o pino, que se muele para curtir pieles.

*Corambre: (supuesto latín ‘coriambre’, de ‘corius’) Conjunto de cueros o pieles. (Diccionario María Moliner)

 

Este oficio de CURTIDOR O NOQUERO permaneció vivo en nuestro pueblo hasta bien entrados los años 60 del siglo pasado en que prácticamente desapareció. No obstante, podemos afirmar que fue la actividad más próspera de esta zona de Castilla. Se trataba de empresas familiares que daban trabajo a otras personas de este lugar. Apellidos como Alonso, Acebes, Casas, Díez, Manzano y Soto son de renombrados curtidores motanos. Las pieles sin curtir se compraban por los pueblos de la zona y, una vez curtidas, se vendían principalmente a guarnicioneros y zapateros. El trabajo de las tenerías se realizaba durante todo el año, aunque en los meses de verano se compaginaba con el de la recolección del cereal.

 

TIPO DE PIELES QUE SE CURTÍAN EN LA MOTA

Vacuno: se utilizaba la de ternera (vaqueta) para botines finos y la de vaca grande o novillo para suelas y silleros (tipo de piel más fuerte para hacer arreos o poleas).

Equino: De mulos o caballos. La fabricación era exclusivamente para los guarnicioneros. Se llamaba ’medios de suela’ a cada una de las mitades en que se dividía una piel, porque para eso se usaba.

Ovino y caprino: se obtenía la badana, una piel curtida moldeable, suave y fina.

 

 

              

 

PROCESO DE CURTIDO

DESCARNAR: Consistía en  meter las pieles en pozas de 2 metros de profundidad con agua clara para que se ablandaran. Este proceso se hacía a la orilla del río y se llamaba CACINAR. Luego se sacaba de la poza con un gancho curvo, GARABATO, se dividía la piel en dos mitades y con un CUCHILLO OVALADO con doble mango para que se pudiera acoplar bien la piel al BANCO DESBASTADOR, se procedía a quitar los residuos de grasa y de carne. Este banco desbastador era como medio tronco de madera de encina que algunos llamaban TRES PIES por los tres agujeros que tenía por detrás para variar la altura ,

 

                         

       

 

APELAMBRAR Y LABRAR: Las pieles se colocaban en una poza con agua y cal durante 15 días, después se sacaban, se les quitaba el pelo y pasaban a otra poza durante otros 15 días con canina (excremento de perro) o gallinaza. Este proceso se realizaba para las pieles de vacuno y equino, para las de ovino no. Eran muchos los chavales que recogían los excrementos de estos animales a cambio de unas perras, por eso en los años buenos de las tenerías se llamaba a los de este pueblo “Motano, caninero, corazón de perro”. Posteriormente, con un CUCHILLO PARA REBAJAR sin corte se quitaban las partes más gruesas (la culata) para dejar el cuero lo más uniforme posible y sin residuos de maleza en la piel.

 

 

CURTIR O VAQUETEAR: Se ponían las pieles en unas pipas o NOQUES con agua clara y CASCA (corteza de encina o pino molida) durante 15 días o más. Se quitaba la casca vieja con una sartén con agujeros a modo de colador y se ponía casca nueva durante otros 15 días, así 3 ó 4 veces hasta que quedasen bien curtidas. Este proceso podía alargarse durante 5 meses. Para curtir las pieles destinadas a suelas de zapatos, en vez de corteza de encina se usaba la de pino que era más floja, de menor graduación. Y si el curtido era de piel de oveja eran suficientes dos cambios de casca. Como curiosidad, con la casca que se sacaba se hacía una bola –como un balón pequeño–, que se llamaba TORTA y como tenía restos de piel y grasa, era muy buena para la lumbre, porque hacía mucha brasa.

 

 

      

 

Más delicado era el curtido de la piel de lechazo: Primero se mojaba bien y se escurría. Se disponía sobre una mesa con el pelo para abajo, con un cuarto de kilo de piedra alumbre (sulfato de hierro) y dos puños de sal mezclados con agua bien caliente para que se disolviera bien, se untaba por la parte de la carne protegiendo la parte de la lana doblándola a la mitad, juntando la lana con la lana. Repetían la misma operación cada dos o tres días dos veces más (en total tres veces). Quedaba la piel con una gran blancura. Por último, se le pasaba una navaja para que quedara bien suave.

ENGRASAR: Esta operación se realizaba poniendo las pieles extendidas sobre una mesa grande, resultaba muy laboriosa y delicada porque había que dar a cada una 4 ó 5 manos de grasa de diferente consistencia, se alternaban grasas más densas, como el sebo de caballo, con otras más ligeras como la de sardinas en lata que resultaba excelente.

 

         

 

REMATAR: A cada piel se le abrían 2 agujeros en la parte de arriba, para pasar un palo y así poder colgarlas en el corral sobre las alcayatas para que se secaran. Una vez secas, se las volvía a mojar hasta que la piel estuviera bien clara. Después se colocaban en la mesa y con un CUCHILLO PULIDOR que se agarraba con ambas manos, se pasaba varias veces para dar brillo a las pieles. Incluso, para que la piel quedase más bonita se le daba de JABONCILLO (polvo blanco mezclado con agua), al final se solía pasar un CRISTAL GORDO para escurrir bien todo el agua y dejar la piel como planchada y muy bonita.

 

          

También como remate se utilizaban unos aros llamados LUNETAS para pulir, estirar y dejar las badanas lo más lisas posible.

 

 

Otra curiosidad: los curtidores celebraban su fiesta el día 24 de agosto, festividad de San Bartolomé, uno de los Apóstoles de Jesús que sufrió martirio arrancándole la piel en vivo. Sus atributos son un libro y un cuchillo. Una de las lápidas sepulcrales de la Iglesia de San Martín se dota con misas para este día de San Bartolomé, suponemos que los ahí enterrados de los que no dice el nombre eran curtidores en el año de 1623.

Por último, desde nuestra asociación AREPA – MOTA XXI y por iniciativa de un asociado, queremos proponer al Ayuntamiento poner el nombre de PASEO DE LAS TENERÍAS al que transcurre por la ribera del río Bajoz, que es donde se hallaban estas edificaciones. Seguramente a todos los vecinos les parecerá bien esta idea.

 

 

Ejemplos de pieles curtidas en la Mota:

Por su volumen, hemos traído sólo pieles fácilmente transportables, sí sabemos de la existencia en el pueblo de pieles de vaca y yegua curtidas para utilizarse como alfombras:

  • Piel de un chivito curtida por Luis Manzano.
  • Piel de un cordero curtida por Casimiro Fernández.
  • Colcha para cuna de piel de cordero, se la regalan a Mª Luisa Martín cuando nace su hija Gloria.
  • Edredón de Quica Tabarés, formado por la piel de 10 corderos y curtido por Emilio Martín.
  • Alfombra de piel de vacuno joven de Soco Martínez.
  • Polvo de casca de pino del molino eléctrico de Maruja Sánchez.

MOLINOS DE CASCA:

FOTOGRAFIADOS:

  • Teodorina y Jesús
  • Victorino Salgado
  • Jamín (Casimiro y Encarna)
  • Maruja (Jesús)
  • Javi Acebes (Sra Dominica)
  • A FALTA DE FOTO:
  • Eutiquio (el Moro)
  • Marina (Emilio Martín – Sra María)
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